lunes, 22 de noviembre de 2010

Represalia.

Hoy me siento bien, 
siento que el mundo es mío, 
que puedo tomarlo con una sola mano. 


Que ya nada puede afectarme, 
que las fantasías son cosas de antes, 
que los sueños quedaron atrás,
ya que hoy hay HECHOS.

Pero como me siento así, 
también veo las nubes, 
veo el sillón de la plaza mojado, 
el perro que olfatea el pasto con hambre, 
los meses que dejan su marca.

Ayer fue 21, 
ayer ya fueron cuatro los meses desde que partiste, 
ayer ya fueron ciento veinte los días de tu ausencia, 
ayer ya fueron incontables las horas sin tu presencia.

Y hoy es 22, 
hoy es un nuevo día, 
hoy puede ser un gran día, 
aber du bist nicht hier bei mir, y eso me duele.

Y sólo me quedan palabras, 
palabras de ánimo, palabras que me alientan a moverme, 
a pararme del banco de una plaza del centro, 
y a decirme: "¡Vamos Joaquín!, que llegas tarde a tu ultimo día de alemán".



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