miércoles, 30 de octubre de 2013

Plata.

Oh, ¡tiempo! Cómplice del olvido y eterno enemigo de la memoria, no te vuelvas en mi contra. No hagas de esta última un puñado de recuerdos inexactos y errantes. No nubles mi vista con odio, llanto y dolor. No permitas que las arenas se escurran entre mis dedos.
Detente por un instante y permíteme estar en calma. Déjame respirar, no oprimas mi pecho. No te vuelvas anacrónico. Evita que añore más aquello que nunca llegaré a vivir, que aquello que en cambio sí viví.
Y déjame, por un momento tan sólo, despojarme de todo, y que fugazmente su cálido abrazo vuelva a llenar de luz cada rincón de mi ser.
Hoy tendrías 25, ayer 21.
Y florecerás en cada en primavera.






.