Detente por un instante y permíteme estar en calma. Déjame respirar, no oprimas mi pecho. No te vuelvas anacrónico. Evita que añore más aquello que nunca llegaré a vivir, que aquello que en cambio sí viví.
Y déjame, por un momento tan sólo, despojarme de todo, y que fugazmente su cálido abrazo vuelva a llenar de luz cada rincón de mi ser.
Hoy tendrías 25, ayer 21.
Y florecerás en cada en primavera.
Y déjame, por un momento tan sólo, despojarme de todo, y que fugazmente su cálido abrazo vuelva a llenar de luz cada rincón de mi ser.
Hoy tendrías 25, ayer 21.
Y florecerás en cada en primavera.
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